Lucía Zamora Romero

Todavía no he trabajado en el sector que estudié; he optado más por el camino de la educación. Sin embargo, elegir estos estudios, aunque no tuviese claro mi futuro, fue una decisión súper acertada. Ahora que tengo claro a qué me quiero dedicar, ser profesora de soldadura, puedo unir tanto la parte de educación como la del metal.

En relación a mi entorno personal, nunca ha habido mucho cambio, ni por los estudios, ni por lo que trabajo, ni por lo que me quiero dedicar. En mi familia, por suerte, está muy normalizado que cada uno se dedique a lo que quiera, mientras tenga salida laboral.

En mi experiencia, tanto en clase como en las prácticas que hice, la primera impresión que han tenido de mí al verme tan pequeñita entrando a un taller siempre ha sido de sorpresa, pero al final siempre he encajado súper bien y no he tenido ningún problema.

Más allá de la forma física, ya que en este sector necesitas más fuerza o cualidades que se asocian a los hombres, diría que ese es el único problema que me he podido encontrar.